Las palabras de Carlos Puigdemont este fin de semana que prácticamente les sitúan como colaboradores necesarios para su detención a su llegada a suelo nacional tras siete años prófugo de la justicia española. Del Marta Rovira acusó este lunes al líder de Junts de que sus declaraciones le impedían «construir cosas positivas» y «incitaban al odio y a la división en el independentismo». Y llegaron a explicar que uno de los objetivos del ex presidente regional catalán será «excluir a ERC de este movimiento, examinando las debilidades» que llevaron a este sector a perder la mayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña tras la Elecciones regionales. Elecciones el 12 de mayo.
Pese al espejismo que presenta el acuerdo sobre el control del Consejo del Parlament (cuatro de los siete miembros son separatistas) y la elección de Josep Rull (Junta) como presidente de la Cámara catalana, ERC y Junts están cada vez más distanciados y No dudan en hacer públicas las diferencias. El último enfrentamiento va en detrimento de la institución de Salvador Ila (PSC), que contará con el apoyo de los 20 diputados de ERC, partido que no dio opción a Junts, que a su vez sugirió a los de Rovira ofrecer lucha contra Pedro Sánchez, obligar al PSC a investir a Puigdemont.
Pero todo lo que no sea compartir es competencia. Desde el verano de 2023, los vecinos de Puigdemont controlan las leyes orgánicas aprobadas en el Congreso. Pero ni la Generalitat ni la capacidad de influencia en Barcelona, ya que incluso antes de que se pagara la suma de los 12M al tripartito de izquierdas. Les fue incómodo como parte minoritaria del gobierno de Padre Aragonès (ERC) a partir de 2021 y en otoño de 2022 decidieron abandonar a los de Oriol Junqueras, entonces todavía presidente de ERC y que pretendía hacerse con la dirección del equipo a través de Noviembre.
Después de esa votación interna de activistas en 2022, que obligó por poco a la dirección de Junts a abandonar la Generalitat, la rivalidad entre ambos no hizo más que intensificarse. Los comentarios de Puigdemont sobre la votación local de ERC a favor de invertir en Illa alimentaron un fuego que aún arde. Ante la «decisión de los combatientes de Esquerra de poner al candidato socialista» al frente de la Generalitat, escribió este fin de semana el líder de Junts, su detención es «una posibilidad real en muy pocos días».
La ejecutiva de ERC respondió el lunes. La presión de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y Òmnium Cultural, que critican en distintos grados el acuerdo de investidura con Ila, augura un maremoto con el regreso de Puigdemont y especialmente con su detención, muy probablemente tras la orden de detención. por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Los de Rovira exigieron «respeto» a sus decisiones.
Pero, sobre todo, exigieron a Puigdemont «hacer las paces y pedir disculpas» porque ERC «es una organización soberana y radicalmente democrática» y «siempre tomará decisiones políticas basadas en su activismo, por mayoría y por consenso». Aquí se entiende que los separatistas de la calle Calabria de Barcelona no aceptarán ningún clientelismo.
En este sentido, acusan al partido de Puigdemont de desarrollarse dentro de los parámetros electorales y entienden así su malestar por el preacuerdo firmado con los socialistas para investir a Ila. «Entendemos que esta decisión puede estar sujeta a críticas políticas, pero no se pueden cruzar ciertas líneas. Considerar que una hipotética detención del presidente Puigdemont sería por culpa de ERC, es un delito», añadió la dirección de Calabria.
El regreso de Puigdemont, una «decisión personal»
Con esta última batalla, el terreno de juego se calienta de cara al regreso de Puigdemont a España. Si todo va según lo previsto, Ruhl mantendrá este martes una serie de contactos con los líderes de los grupos parlamentarios y anunciará cuándo se convocará el pleno sobre la investidura, donde el líder de Junts tiene intención de acudir a votar porque está uno de los 135 diputados regionales. Luis Puig también se encuentra fuera de España y se encuentra en la misma situación que el expresidente de la Generalitat.
La sesión plenaria podrá celebrarse el jueves o viernes. Ante una posible detención del ex eurodiputado (no se presentó a las elecciones de junio y perdió su inmunidad a nivel europeo), se espera que la reacción de Younts sea feroz y que el ambiente político sea tenso. No sólo contra el MRS. También contra el KPS. Es posible que Ruhl aplace la sesión plenaria unos días. Laura Boras, la presidenta de Junts, preguntó en una entrevista a Cataluña Ràdio qué haría Ila si viera a Puigdemont detenido y llevado a prisión. ERC intentó recuperarse y recordó que «siempre» había condenado la «represión política de todo el independentismo». Pero enfatizó: su regreso «es una decisión personal, no colectiva».