Las guías turísticas han constatado una tendencia creciente: en los últimos años, Barcelona se ha posicionado como el principal destino de consumo y cultura cannábica en Europa. Este cambio ha sido impulsado por nuevas regulaciones y una percepción social más abierta hacia la marihuana, atrayendo a turistas en busca de una «experiencia cannábica única».
La expansión de los clubes de cannabis, que funcionan como asociaciones privadas donde los miembros pueden consumir de forma segura y controlada, fue crucial para esta transformación. Sin embargo, este crecimiento también ha traído desafíos.
Preocupado por la distribución descontrolada y su impacto en la comunidad local, el Ayuntamiento de Barcelona ha lanzado una campaña para cerrar alrededor de 200 clubes de cannabis. Peritos del Ayuntamiento y de la Policía Municipal han constatado numerosas infracciones de las ordenanzas municipales por parte de estos establecimientos. Una sentencia del Tribunal Supremo de 2021 permitió al Ayuntamiento tomar medidas más duras tras años de relativa permisividad.
El gobierno de Jaume Colboni está decidido a evitar que Barcelona se convierta en la nueva Ámsterdam y ha anunciado el cierre de todos los apartamentos turísticos para 2028 en un intento de controlar el turismo y su impacto en la ciudad.
La Federación de Asociaciones Cannábicas de Cataluña (Catfac) criticó la actuación del ayuntamiento, calificándola de «construcción jurídica». Sostienen que prohibir el consumo de cannabis no resolverá el problema y abogan por el diálogo y la colaboración para desarrollar políticas de salud pública más eficaces.
Barcelona, destino favorito en la web
Sitios especializados en turismo cannábico promocionan Barcelona como destino líder en Europa. Esta promoción destaca la combinación de la rica cultura y estilo de vida mediterráneo con la escena cannábica emergente, similar a la de Ámsterdam en su apogeo.
Estos sitios web representan la proliferación de clubes privados de cannabis que ofrecen a sus miembros un lugar seguro y regulado para disfrutar y aprender sobre la marihuana. Este enfoque en la comunidad y la autenticidad está atrayendo a un número cada vez mayor de turistas y lugareños por igual.
Plataformas como Weedmaps y Leafly destacan la calidad y variedad de la marihuana disponible en Barcelona, posicionándola como un referente en la cultura cannábica. La ciudad ofrece una experiencia única que combina cultura, gastronomía y un ambiente acogedor para los consumidores locales y turistas.
Medidas inmediatas
El ayuntamiento ha notificado a una treintena de asociaciones que deben cesar sus actividades y prevé cerrar todos los clubes de cannabis, intentando equilibrar la demanda turística con la necesidad de mantener el orden público. Los clubes tuvieron diez días para presentar las acusaciones antes de decidir si cerrarían permanente o temporalmente.
Opiniones contradictorias
La oposición política no está convencida. Danny Sirera, del PP, y Gonzalo de Oro, de VOX, critican la proliferación de clubes cannábicos y sus efectos negativos, abogan por una prohibición total y más recursos policiales. Por otro lado, Jordi Martí, de Junts, reconoce el fracaso de la normativa de 2016 y la necesidad de abordar cuestiones de seguridad y salud pública.
El ayuntamiento, encabezado por el jefe de seguridad Albert Battle, buscó formas de cerrar más de 200 clubes de cannabis. Un fallo de la Corte Suprema de 2021 anuló las regulaciones de 2016, dejando a los clubes en una situación legal incierta.
En conclusión, Barcelona ha experimentado una cultura de relativa permisividad hacia el cannabis, seguida de intentos de regulación y ahora una campaña de cierre de clubes. La ciudad busca mitigar el uso no regulado y sus impactos negativos, enfrentando un debate en curso sobre el futuro del cannabis en su territorio.